Pavel Piña, Director de Patrimonio: “Colo-Colo no existe sin su gente”

El Director de Patrimonio del CSD Colo-Colo, valoró la participación de las socias y socios en las actividades del área e invitó a ser parte del Club porque “Colo-Colo es de la gente”.


Sereno, pero siempre con algo que hacer. Así conocemos a Pavel Piña, quien está ligado a Colo-Colo desde los 7 años, cuenta. Reconoce que la Copa Libertadores de 1991 la vio por televisión y se emociona cuando recuerda que la pasión que siente por el Cacique, la heredó de su abuelo.

 

El Director de Patrimonio, suma 5 años en el área y sostiene que no ha sido fácil. “Cuando llegamos el 2014 había mucho desorden, nos costó poner las cosas en su lugar”, pero, pese a las limitaciones, se enorgullece al acordarse del rescate patrimonial en el que ha estado involucrado. “Hemos hecho cosas para que las socias, socios, y los colocolinos en general, se reencuentren con nuestra historia, ex jugadores y momentos que de una u otra manera han marcado nuestras vidas”, dice.

 

Pavel, bienvenido al ciclo de entrevistas: 

Como a todos los entrevistados, les preguntamos dónde tener esta conversación, y en tu caso elegiste Arica. ¿Qué significa este sector para ti?

 

Bueno aquí fue el primer partido que vine al Monumental. Vine con mi mamá. Yo creo que ella sin saber compró acá, debió haber querido comprar la entrada más barata, y fue para el partido de inauguración de las torres de iluminación, contra Racing. 

 

Yo no venía mucho al estadio porque mis viejos no eran muy futboleros, eran colocolinos, pero no futboleros. Mi abuelo era muy fanático de Colo-Colo, pero le daba un poco de susto, entonces no veníamos mucho. 

 

Ya en el colegio, en primero medio, tenía un compañero que venía a la barra, y ahí empecé a venir a la barra y no paré más. Como a los 14 años comencé a venir a Arica y de ahí no paré más. 

 

¿Cuántos años tenías para la inauguración?

 

Tenía como 9 años. 

 

¿Y acá en esos tiempos había otro ambiente?

 

Si. (Piensa). Tengo el recuerdo que la gente barra, era poca. Un puñado que saltaba y cantaba. Imagínate, estamos hablando de principios de los 90. Además yo era niño entonces había cosas que no cachaba. 

 

Cinco años después de aquella primera vez comenzaste a venir más seguido. Más adolescente, con otra visión de mundo. ¿Qué era lo que te motivaba en venir al estadio?

 

Lo que pasa, y como te decía, mi abuelo era muy colocolino, me hizo colocolino de muy chico, entonces, yo empecé a venir con mi amigo, y llené un vacío que tenía porque en el fondo por mí, hubiera venido siempre, yo pedía de regalo de cumpleaños venir al estadio, entonces cuando comencé a venir con mis amigos, encontré mi lugar en el mundo, y los que vienen al estadio lo saben, es el lugar donde eres feliz, como que es el lugar perfecto. 

 

Todo eso porque finalmente, acá eras parte de algo. 

 

Si, con el tiempo uno se involucra harto. Aquí encontré a mis grandes amigos de la vida, llevo muchos años aquí (ríe). Conozco a mucha gente por viajes, yendo a partidos, asistiendo a las asambleas. Se crean lazos bien bonitos. 

 

Dices que tu cariño y cercanía con Colo-Colo nace porque tu abuelo era muy colocolino. ¿Cómo era esa relación con tu abuelo? 

 

Teníamos una relación muy bonita, muy cercana, con él leía Barrabases, y tengo una imagen muy grabada de mí mientras me lavaba los dientes y mi abuelo cantándome el himno de Colo-Colo para que me lo aprendiera. Siempre hablando de Colo-Colo o de fútbol, y su muerte fue muy trágica, porque por una parte me hizo mucho daño, como que me afectó mucho y por otro, fue una deuda muy grande porque el viejo se murió en enero/febrero del 91, entonces no vio la Copa. Y eso siempre lo he sentido con rabia, con pena de que no la haya podido vivir.

 

Mi abuelo fue el colocolino más relevante en mi familia. Era muy fanático de Colo-Colo y de Muhammad Ali.  

 

¿Cuál es el mejor recuerdo de la época en que comienzas a venir sólo al estadio?

 

Yo creo que la buena onda que teníamos con los muchachos, como de venir al estadio y hacer una fiesta en la galería para el Club. Estar preocupado de las banderas, el papel picado, los viajes. Lo pasé bien, fueron buenos tiempos.

 

¿Y cómo se vivía ese Colo-Colo en el día a día?

 

Mira, la verdad es que antes no había nada. Nosotros nos juntábamos en distintas partes, a carretear, o en tocatas, y ahí se nos ocurrían cosas, pero no había tanta actividad como ahora. Hoy tu tenís todo. Cosas culturales, deportivas, hay actividades todos los fines de semana, los días de semana, hay foros, charlas, y antes no había mucho de eso, o nosotros al menos no nos llegaba. Hay que entender que en esa época no había internet como el que hay ahora. No había ni celular, era otra época. 

 

En ese contexto la organización era crucial.

 

Si poh, había teléfono fijo y así le dábamos. Había que ser puntual eso sí, porque si no se iba la gente, no existía eso de los cinco minutos más. 

 

Tienes una historia ligada al Club en diferentes contextos. Pero hace dos periodos eres director de Colo-Colo en el Área de Patrimonio. ¿En qué consiste tu trabajo y por qué llegaste a desempeñarte en esa área?

 

(Respira profundo). Yo creo que el origen es que me siento parte de un grupo de personas que siempre estuvo muy interesado en hacer cosas, entonces, cuando estábamos en la barra, nos preocupábamos que hubiera papel picado, banderas, salidas bonitas, y con el tiempo, sobre todo después de la quiebra, nos dimos cuenta que el Club era dónde había que poner las energías.

 

Así armamos varios grupos. El Soviet, Colo-Colo Libre, el M19. Ahí comenzamos hacer foros, charlas, y comenzamos a generar mucho movimiento. Hicimos cenas homenajes a jugadores, nos acercamos mucho a 'Chamaco', se hizo muy amigo de nosotros, don Elson Beyruth. Entonces estábamos en eso y el 2010 decidimos armar una lista para competir en las elecciones. Hay que sumar también que nos metimos a las asambleas, en comisiones. 

 

¿Querían estar dentro finalmente?

 

Nunca lo pensamos así. Como que sentíamos que había que hacer las cosas, y las hacíamos no más. Y cuando fueron las elecciones del 2010, se nos invitó a participar en una lista, y nosotros no estábamos de acuerdo con esa gente. Entonces ahí nos replanteamos esas cosas y pensamos en tomar ese desafío. A veces es complicado el postularse para cargos. Muchas veces uno tiene ese discurso de 'me da lo mismo eso, pero hagamos las cosas igual'. Y sobre todo en esa época, uno se mantenía bien al margen de lo institucional. Hacíamos las cosas desde afuera. Pero entendimos que era necesario y tomamos ese camino, armamos Colo-Colo de Todos e hicimos una lista. En las elecciones pasaron lo que todos saben, la agresión a ‘Barti’ (Marcelo Barticciotto), amenazas de muerte para muchos de nosotros. Fueron tiempos duros. 

 

¿Qué te dice tu familia cuando llegas a la casa después de eso?

 

(Silencio). Se preocuparon, pero yo creo que estaban medios vacunados porque en la época de la barra se urgían más, yo creo, como que el mundo barrístico es complicado. No sé si decir que estaban medios acostumbrados, pero no me acuerdo de una conversación tan dramática. Hubo preocupación, sí. Yo también le bajé el perfil a la situación. Lo más complicado fue recibir mensajes, llamadas, desagradable. 

 

Y saber que a otras personas se les metían a las casas. 

 

Si poh, es que hubo de todo. A algunos les enviaron la PDI, a otros los amenazaron en sus casas, a mí me enviaban mensajes, cuando fue la agresión a Marcelo (Barticciotto), muchos de nosotros recibimos amenazas directas, pero tampoco estábamos disponibles para retroceder, de hecho, estábamos amenazados y todo, pero seguíamos viniendo al estadio y nos seguíamos organizando. 

 

Se pierde la elección del 2010, pero ustedes no cesan las ganas de estar en el Club y se replantearon una figura mucho más activa en la interna de Colo-Colo. ¿Cómo fue perder esa elección un poco maquineada y seguir viniendo al Monumental y trabajando en torno a Colo-Colo?

 

Fue demoledor al principio perder las elecciones, además, como tú dijiste, hubo cosas muy oscuras que pasaron ahí, entonces nos costó retomar el rumbo. Pero al rato, seguimos dándole. Y no sé si fue mejor, pero éramos cabros, yo creo que el periodo 2010-2014, nos permitió crecer harto, aprendimos hartas cosas y desde afuera se ven las cosas de otra manera, porque ahora que estás dentro, te das cuenta que estar acá en Colo-Colo es súper complicado, difícil, tiene desafíos todos los días, como que todos los días se acaba el mundo, y creo que el trabajo que seguimos realizando nos permitió estar mejor preparados.

 

Crecimos mucho comunicacionalmente, teníamos un respaldo de la gente, algunos medios nos llamaban para pedirnos la opinión y nos convertimos en un actor relevante dentro del Club, y así le comenzamos a disputar muchas cosas a Varela. Hicimos cambios importantes en los estatutos, a veces la gente se olvida, pero antes, había dos tipos de socio, el activo y beneficiario. El activo tenía los derechos políticos y el beneficiario tenía que tener dos años de antigüedad y las cuotas pagadas con anticipación que además iban a Blanco y Negro. Hicimos cambios en eso, democratizamos el Club, antes para ser candidato, tenías que haber sido director, entonces siempre tenías que elegir entre los mismos. Eso lo cambiamos y hoy el club es democrático.

 

Las cosas son mucho más transparentes y es como debe ser. El club del 2010, no tiene nada que ver con el que vivimos hoy. Antes las asambleas las hacían los martes a las 9 de la mañana para que nadie viniera, éramos 20 personas, ahora las hacemos los fines de semana, han cambiado muchas cosas. Después asumió Labán, con una mirada más propositiva, pero de todas maneras con un montón de fallas que nosotros encontrábamos a la gestión y que terminó en que ganáramos la elección del 2014 porque no había nadie que se presentara.

 

Hace 10 meses asumieron un segundo mandato, esta vez, socios y socias agrupados en 'La Fuerza de su gente' y liderados por Edmundo Valladares y te invitan a integrar el área de Patrimonio. ¿Cuál es el mensaje que intentas transmitir en este departamento?

 

Lamentablemente por cómo encontramos el club al llegar el 2014, todo era un desastre, los dirigentes antiguos se fueron de un día para otro, dejaron papeles en cajas, asumimos y en dos días tuvimos que ir al sur con el básquet. Los primeros años fueron de mucho orden, teníamos deudas gigantescas, venía gente a cobrar, y nos costó mucho superar esa etapa. Estuvimos muy enfocados en sacar adelante el básquet, sacar cuentas y ordenar la casa, muchachos pidieron préstamos. En eso nos llevamos mucho tiempo, entonces había temas que eran importantes fueron quedando de lado, porque además no teníamos la cantidad de gente necesaria para cubrir todas las áreas, con el tiempo, y sobre todo al final del periodo, y lo que llevamos de este, hemos podido desarrollar los temas relacionados al patrimonio y nuestra historia, que es lo que nos identifica como colocolinas y colocolinos. Para nosotros esto es relevante porque Colo-Colo tiene una historia muy bonita que tiene muchas implicancias, desde lo lindo de su fundación, lo que significa ese acto de rebeldía y lo que es para el país. Entonces, que la gente colocolina conozca la historia y lo que representa el Club, es importante porque te fortalecen en el tema de la identidad y te genera un grado de orgullo con lo que es este club, tan lindo y tan diferente al resto. Entonces, hemos intentado rescatar nuestra historia, materiales que se han robado o que se perdió, hacer charlas, exposiciones, que la gente vea un diario y pueda emocionarse. Un montón de cosas que generan nostalgia en la gente. Hay muchos que se emocionan y recuerdan a personas, momentos importantes, todo eso es valioso. 

 

¿El objetivo finalmente es reconocerse en el Club?

 

Claro, en diferentes escenas. Y no solamente en el Monumental y el fútbol. En general en el fútbol, pasa que no hay mucho de lo que significan las instituciones, salvo algunos libros que están enfocados en campañas específicas, pero hay poco de lo que Colo-Colo significa para la gente, las ramas deportivas, las filiales, cómo se vive el club en otros lados. Todo eso, para la gente es significativo, uno se acuerda de muchas cosas. 

 

¿Es como reencontrarse con el Club?

 

Si poh, eso es lo que hemos intentado transmitir en las charlas históricas. Por una parte queremos reencontrarnos con nuestros ex jugadores, los ídolos, acercarlos al estadio, al club, a la gente, queremos que se sientan parte de esto y no es que alguna vez jugaron en Colo-Colo, nosotros queremos que estén en el estadio, que se sientan en casa y que sigan acá con los hinchas. 

 

Hay muchos que se han perdido, entonces lo que queremos hacer es encontrarnos con nuestros jugadores, que sean parte, cómodos y generar espacios de encuentro con la gente. Queremos que las socias, socios, vengan también hasta acá más allá del domingo, que podamos conocernos y seamos una familia. 

 

¿Qué se viene en tu área?

 

Creo que lo que hemos hecho, la idea es mantenerlo que son las charlas y exposiciones de material histórico con hitos y momentos importantes en el Club, como el encuentro con el Real Madrid, Colo-Colo 73 o la inauguración del estadio. Y tenemos el desafío tremendo de poder ordenar el archivo histórico del Club con fotografías y distintos materiales. Estamos trabajando en eso. 

 

¿Ese es el gran trabajo a desarrollar?

 

Si, y bueno, ahora que nos vamos a vincular con el museo, hay que ver cómo vamos a trabajar eso, porque es un desafío importante y que todavía no tenemos claro hasta dónde va a llegar, pero como Club, incidiremos en lo que pase en el museo y eso es una gran responsabilidad. 

 

¿Cuál es el mensaje para las socias, socios e hinchas de Colo-Colo?

 

Creo que el llamado es a aprovechar que el Club está abierto y disponible para que se acerquen, para que trabajen, asuman responsabilidades, porque el Club necesita mucho a la gente. Nosotros decimos en Arellanización que todos los clubes tienen algo atrás, una universidad, una ciudad, un municipio, Colo-Colo sólo tiene a su gente, entonces sin su gente, el club no existe, necesitamos que la gente esté acá, que se haga socia, pague sus cuotas, que participen en comisiones, que traigan ideas, armen proyectos y que tiremos al club pa’ arriba entre todos y todas. 

 

Muchas gracias, Pavel.

 

Gracias a ustedes. 

CSD CC