Jorge Schuler: Es imposible no enamorarse de Colo-Colo

El ala pivot repasó su paso por nuestro Club y aportó con su experiencia como jugador a los más jóvenes de la rama.


Corría el año 2014 y el gimnasio del Colegio Boston College de Maipú vibraba de hinchas del Cacique que repletaban el recinto de Avenida Longitudinal alentando a nuestra rama de básquetbol en su campaña en la Liga Nacional de Básquetbol de aquel año.

Uno de esos hinchas era Jorge Schuler, quien por esos años también jugaba básquetbol e integraba del primer equipo de Universidad Católica, y asistía con doble motivo a la cancha: Es hincha del Club y dentro del quinteto titular de los albos vestía la camiseta número 13 su hermano, Fernando.

 “Desde chico que soy muy colocolino y siempre soñé jugar por el Club y desde que comencé a jugar nunca tuve la posibilidad porque la rama no existía como tal. Luego, en 2014, cuando el Club vuelve a la Liga Nacional ya estaba en Católica y me quería morir. Afortunadamente estuvo mi hermano Fernando y él tuvo la suerte de estar y salir campeón”, reconoció Jorge en charla con los integrantes de los actuales equipos de nuestra rama de básquetbol.

“Fui a casi todos los partidos en el Boston de Maipú y estaba como un hincha más. Feliz por mi hermano, pero con unas ganas tremendas de estar dentro de la cancha. Afortunadamente al año siguiente hice lo imposible para poder estar hasta que me llamaron y me pude sumar al equipo”, agregó.

El mayor de los hermanos Schuler se sumó al Cacique cestero de cara a la Liga 2015-2016 y tuvo la fortuna de dar una vuelta olímpica junto a su hermano al ser ambos parte del equipo que logró la Copa Chile de aquella temporada.

“Con Fernando habíamos jugado en otros equipos, pero nunca se dio la posibilidad de ser campeón e imagínate, siempre quise jugar en el Club y ser campeón y jugando con mi hermano fue como el pack completo. Fue una de las cosas más lindas, quizá podría haber durado mucho tiempo más, pero hay gente que ni siquiera lograr vestir esta camiseta y si lo hace no trasciende. Yo al menos puedo decir que estuve poco tiempo, salí campeón, con mi hermano y eso es algo muy difícil de conseguir”, indicó.

Jorge reconoció a los más pequeños de la rama que vestir la camiseta de Colo-Colo es algo difícil de explicar y que deben aprovechar esta experiencia. Además, no ocultó su deseo de apoyar en todo lo necesario para que el Cacique vuelva a la élite del baloncesto nacional.

“Es imposible no enamorarse de Colo-Colo ya que los jugadores de básquetbol no estamos acostumbrados a jugar en un equipo tan grande y con una hinchada como la que tiene el Club. Si hubiese dependido de mí nunca me hubiese ido, pero se dieron así las cosas y ahora feliz de aportar en lo que sea. Si en el futuro se da la opción de volver a jugar, maravilloso; y si no, aportar en algo para que el Club crezca más y los jugadores se sientan identificados con la institución”, comentó.

“Ojalá que en algún minuto Colo-Colo vuelva a una Liga Nacional con un equipo joven, formado en casa, que hayan partido desde abajo con el Club”, puntualizó.

Su carrera en el básquetbol y su mensaje a los jóvenes talentos

Jorge Schuler fue fanático del fútbol cuando niño y por ese motivo comenzó a jugar al básquetbol tarde, a los 15 años. Su perseverancia lo llevó al primer equipo de Universidad Católica siendo muy joven y fue parte del equipo que ganó la Dimayor en 2005.

Comencé a los 15 años, muy tarde, pero poco a poco le fui tomando el gusto y me fui a probar a la escuela de la Católica. Fui perseverante, traté de no faltar nunca y siempre me quedaba a mirar los entrenamientos del equipo adulto a ver si faltaba uno para hacer algo. Llegué al equipo adulto y año tras año fui ganando espacio y jugando un poco más.

Luego estuvo en Italia, volvió a Chile para terminar de estudiar y además de pasos por la selección nacional vistió las camisetas de Boston College, Leones de Quilpué, Católica, Colo-Colo y Club Manquehue.

Gracias a esa experiencia como jugador pudo entregar un par de consejos a los más jóvenes de la rama.

“Un buen equipo siempre tiene a jugadores con roles súper definidos y donde todos se sacrifican por el equipo. Por ejemplo, no hay que ser rápido para defender, sino que saber defender y cada uno debe saber su rol dentro de la cancha. A veces va tocar estar en un equipo en el que uno es goleador, otro va a tener que defender un poco más, otro preocuparse de los rebotes, otro de dejar libre a un compañero, etc…Entonces es importante sacrificarse por el equipo y entender la función que cada uno tiene dentro de la cancha. No es más importante el que metió el último punto o el que defendió al mejor jugador de ellos, ya que todos los jugadores son importantes dentro de un equipo”, cerró.  

 

CSD CC