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Eduardo Marechal es un reconocido jugador de baloncesto nacional. Con pasado en Boston College, Tinguiririca San Fernando, Universidad de Concepción y Club Leones de Quilpué, el oriundo de Cerro Navia vistió la camiseta de Colo-Colo Básquetbol en la temporada 2015 donde mostró su talento a nivel nacional e internacional ya que incluso con el Cacique disputó partidos en la Liga Sudamericana de Baloncesto.

Ahora, desde Concepción y aprovechando el receso obligado por el coronavirus, “Lalo” conversó de manera virtual con los integrantes de las series menores de la rama de básquetbol del CSD Colo-Colo, instancia en la cual compartió sus experiencias como jugador y recordó su paso por el Club.

“Es potente jugar contra y por Colo-Colo. Cuando chico jugaba fútbol en el Colo-Colo de Cerro Navia y era bien fanático e iba fin de semana por medio al Monumental a ver los partidos y se sabía la historia de Colo-Colo en el basket y se recordaba la historia del campeonato de la Dimayor de 1996. En 2014, cuando regresa el Club al básquetbol marcó un antes y un después en la Liga Nacional ya que comenzaron a llegar más periodistas, el torneo comenzó a aparecer en la prensa y subieron los sueldos de los jugadores en varios equipos. Además, los gimnasios estaban siempre llenos y con gente que gritaban todos los partidos”, reconoció.

“Con el tiempo, me llama Gabriel Schamberger para que vaya al Club donde incluso jugamos Liga Sudamericana donde hicimos un muy buen papel jugando en Quilicura. Jugamos de igual a igual ante equipos brasileños, uruguayos y argentinos, los que venían con 3 extranjeros y nosotros teníamos solo uno. Fue una etapa muy linda vestir la camiseta de Colo-Colo”, puntualizó.

El escolta no olvida que su paso por el Cacique estuvo marcado por una fractura en su brazo izquierdo, lesión que lo dejó por varios meses fuera de las canchas y que coincidió con el adiós del CSD Colo-Colo de la Liga Nacional de Básquetbol. Por esta razón, Marechal espera tener a futuro una revancha en el Cacique.

“En lo profesional, estar en Colo-Colo es una de las experiencias donde más he disfrutado jugar básquetbol, porque estuve con un entrenador al que conocía (Gabriel Schamberger) y con un buen grupo de jugadores. Además, llegué al Club en un muy buen momento personal y lo pasé muy bien en esos meses hasta que tuve la mala fortuna de lesionarme y que significó estar fuera por un largo tiempo”, declaró.

“Ojalá a futuro Colo-Colo vuelva a estar a nivel adulto. Si existe la posibilidad, sería lindo tener una revancha y volver a vestir estos colores una vez más. Para mí sería una prioridad, ya que soy un colocolino más”, apuntó.

Su mensaje a los jóvenes talentos de la rama

Eduardo Marechal aprendió a jugar básquetbol en el barrio. Desde pequeño fue fanático de Allen Iverson y gracias al trabajo y perseverancia se transformó con el tiempo en uno de los jugadores más talentosos que hay en Chile.

“Hay muchos profesores que han destacado que yo vengo de la calle y tenía más mañas que el resto. Por un lado no tenía fundamentos, teoría y práctica del basket, pero compensaba eso con personalidad y garra. Eso me hizo cometer errores ya que era muy impulsivo. Tenía falta de conocimientos y eso me pasaba la cuenta ya que a los 17 años no sabía muchas cosas que el resto sí, pero fui aprendiendo en el camino. Me tuve que dar varios porrazos y aprendí con el tiempo mirando mucho básquetbol y con los compañeros y entrenadores”, reconoció.

Marechal alentó a los jóvenes jugadores del Cacique a trabajar fuerte para cumplir sus objetivos.

“La vida siempre te pone obstáculos y siempre hay que luchar. En lo personal, nunca tuve las cosas fáciles cuando niño y eso me hizo pensar que pase lo que pase, hay que seguir adelante siempre, que la vida continúa, pase lo que pase. En el basket se pierden partidos y siempre habrá críticas, pero éstas se deben canalizar de forma positiva y hay que entrenar el doble para mejorar. Lo mismo sucede cuando te tocan las lesiones, no hay que echarse a morir, al contrario, siempre pensar positivo y esperar recuperarse y entrenar fuerte ya que cada día uno aprende algo nuevo que ayuda a ser lo más completo posible”, comentó.

De cara al futuro, tras su paso por Leones de Quilpué espera paciente el término de la pandemia para definir su futuro en el básquetbol nacional.

“Ahora tengo que ver qué sucede con el tema de la pandemia y cuándo volverá el basket. Estoy abierto a las opciones que aparezcan y veré cual es la que me conviene. Nunca he elegido la plata para irme a algún equipo, siempre he elegido el hecho de estar cómodo y estar cerca de mi familia e hija. Afortunadamente, siempre he estado en el equipo que he querido estar”, cerró.