Diego Fuenzalida: “El sello de la vicepresidencia de deportes será la transparencia, el trabajo duro y planificación”

Integrante de la Filial Puente Alto y socio desde el 2007, Fuenzalida ha construido su vida entorno al Cacique. En esta entrevista, desmenuza sus proyectos, cómo fue aceptar el cargo en el Directorio Nacional y dónde se forjó el lazo con Colo-Colo.


“Acá me siento tranquilo, en paz”. Dice cuando entra por el sector Océano del Monumental y toma asiento en una de las butacas del estadio. Sin mayores preámbulos y tomándose un segundo para recorrer con la vista cada espacio de la casa de Colo-Colo, Fuenzalida responde cada una de las preguntas que lo llevan a recordar su infancia y el camino que tuvo que andar para llegar al Directorio Nacional.

Diego Alfonso. ¿Alfonso como el segundo nombre de David Arellano?

Si. (Ríe nervioso). Aunque lo único que sé, es que mi papá me puso Diego por Maradona.

¿Futbolero el hombre?

No. (Ríe de nuevo y con mayor soltura). Pero era el nombre de moda el 88. Alfonso no sé, a alguien de la familia se le ocurrió.

¿Cuántos años tienes?

30 años, los cumplí en septiembre.

¡Un mes colocolino también!

Si. La inauguración del estadio (contesta seguro).

Sobre el estadio. ¿Cuándo fue la primera vez que viniste al estadio?

La primera vez que yo recuerdo, fue en la noche alba de la presentación del ‘Bichi’ Borghi.

¿A qué localidad viniste?

A Rapa Nui. Me trajo mi madrina y quedé loco porque vi los fuegos artificiales desde allá arriba (apunta) y fue bacán. Después de eso, no volví a Rapa Nui hasta ahora viejo.

¿Por qué te gustaron tanto los fuegos artificiales?

Es que fue la sensación del estadio. Los fuegos, ver a los jugadores, fue espectacular.

¿Cuántos años tenías ahí?

Me imagino que unos cinco o seis años.

¿Y viniste con camiseta de Colo-Colo?

Si, con el equipo del ‘Loro’ Morón. Pero era de noche, así que yo creo que andaba también con chaleco.

¿Después de eso seguías viniendo o te traían a veces?

Era poco lo que me traían. Me trajeron unas seis veces al año. Mis tíos venían siempre eso sí. Me acuerdo del partido contra el Real Madrid, me quedé llorando en la casa porque no me dejaron venir. Ellos venían a Caupolicán.

¿Pero, el partido contra el Real Madrid fue antes de la Noche Alba?

Sí, pero yo me acuerdo que me quedé llorando, vivíamos en la Población Los Copihues y veía a la gente de Colo-Colo y por eso me daba pena.

Decías que a tu papá no le gusta el fútbol, pero. ¿Es colocolino?

Pucha, no. Es que a mi papá no le gusta mucho el fútbol.

¿Y tu mamá?

Mi mamá es del Colo. Por mí. Y en mi familia están bien repartidos en distintos equipos. Lo que pasa es que mi bis abuelo vivía cerca del Estadio Nacional, entonces todos mis tíos iban a ver el partido que fuera, el fin de semana se lo pasaban en el estadio viendo fútbol.

¿Desde qué edad comenzaste a venir al estadio solo?

Como a los 12. Me escapaba con mis primos. Vivíamos en La Florida con Walker Martínez. Y desde la población venían unos camiones tolva, y ahí se subía la gente para venir al estadio. En Marathón se estacionaba el camión y entrábamos al estadio.

¡Súper seguro!

Súper seguro (ríe). Era todo muy bonito.

Siendo un pre adolescente, con doce años. ¿Cuál fue el partido que más recuerdas?

Partidos de Libertadores. También tengo recuerdos de la campaña del 98. Fue mi equipo favorito cuando era chico. 

¿Desde dónde veías los partidos?

Dependía de dónde conseguíamos entrada. En ese tiempo, ‘Cordillera’ costaba mil pesos para los niños y ahí intentábamos venir.

En otros temas, Diego, antes de llegar al directorio, junto a otras personas, formaron la Filial Puente Alto. ¿Cómo fue crear una organización como esta?

Primero hay que decir que formamos la Filial entre personas que nos encontramos por twitter. Antes nunca nos habíamos visto. Nos juntamos en un bar de Puente Alto como siete u ocho personas. De esos, aún somos parte de la filial. Comenzamos a interiorizarnos en los temas institucionales, reglamentos, responsabilidades, deberes, derechos. En ese tiempo todavía estaba Raúl Labán en el Club y de a poco comenzamos a formarnos. Con el tiempo creamos escuelas, pero en un principio sólo era trabajo social.

¿Qué hacían?

Visitábamos a gente en situación de calle en Puente Alto, porque donde está el acceso sur, hay mucha gente que vive en situación de calle con menos de lo mínimo. Entonces nuestra responsabilidad la teníamos con esas personas, que por lo demás, en su mayoría son colocolinos.

¿Qué los motivaba a desarrollar este tipo de trabajos?

Esa motivación era solo social. Tenía que ver con la formación social del grupo. Todos teníamos una inquietud de hacer algo más que sólo venir al estadio. Entendíamos que Colo-Colo es todos los días, todas las horas. Entonces, con el tiempo nos hicimos amigos e intentamos vernos bastante.

Y en el grupo hay muchas historias. Varios han tenido hijos, se han ido a vivir con sus parejas, algunos se han separado, los niños se han enfermado y ahí todos nos prestamos el hombro porque somos una linda familia.

Tú hablas de esta ayuda social. Pero. ¿Cuándo comienzan a trabajar en los territorios con dominio y presencia?

Lo que pasa es que en Puente Alto hay grupos de socios e hinchas que son muy antiguos. Por ejemplo en ‘El 37’, mi papá vive ahí, y cuando yo tenía 14 años, me fui a vivir con él. Ahí conocí a muchos amigos, entonces en Puente Alto siempre existieron muchos grupos de hinchas, y se comenzaron a juntar como en una sola comuna. Ahí comenzaron a organizarse los socios y empezaron a hacer cosas como las escuelas de fútbol del 37 y el 31.

¿Cómo fue la recepción de los vecinos?

Fue muy buena. De hecho, nosotros llegamos el primer día sólo con la motivación, pusimos un toldo en la entrada de la cancha con un afiche que decía ‘inscripciones para escuela de fútbol gratuita’. Se llenó. Al siguiente sábado cuando comenzaban las clases, todo era fiesta y alegría. Las matrículas estaban completas.

¿Y todo gratuito?

Todo gratuito, si esa era la idea. No podíamos cobrar por algo que es lo que nos apasiona. Es decir para eso hay otras escuelas, nosotros debíamos ser diferentes porque actuábamos bajo el alero del Club. De hecho, la forma de financiarnos la primera vez, entre veinte personas de la filial pusimos 10 mil pesos cada uno. Con eso compramos los balones y un par de cosas más. Ahí comenzamos y no hemos parado.

¿Qué te dice la familia cuando comentas que vienes al estadio, que llegas al Monumental en un camión tolva y cuando adulto eres uno de los organizadores de la filial y encargado de una escuela de fútbol gratuita?

Mira, al principio se asustaban cuando me arrancaba. Mi mamá aún me pregunta si llegué bien a la casa después de un partido. Porque tiene en la mente que nos veníamos en la tolva. Pero después conoció lo que hacíamos con los chiquillos y me apoya demasiado. En general, en la casa todos apoyan demasiado. Cuando nosotros debemos hacer alguna actividad, la familia viene y colabora porque entiende que es una labor noble.

¿Te llena el alma participar en una escuela gratuita?

Si poh. Es gratificante. Uno pasa muchas rabias, pero es bacán pasar rabias con ellos.

¿Nunca fuiste profesor de la escuela?

No, salvo para reemplazos. Es que yo prefería estar en la organización. Eso me ha gustado desde siempre.

En la actualidad, te toca ser Director del Club. Vicepresidente de Deportes del CSD Colo-Colo.  ¿En qué contexto te invitan a ser parte del proyecto y cómo lo tomaste tú?

Bueno esta Vicepresidencia se dio al final. El proceso de la lista de ‘La fuerza de su gente’ comenzó un año antes de las elecciones. Y cuando se oficializó y masificó, nuestra misión era que Edmundo fuera presidente del Club. Después las cosas se fueron dando solas. Con un trabajo de años, la experiencia en Puente Alto sirvió, la cooperación en otras ramas también. Sabía el contexto de ellas y por eso Edmundo me invita a participar en el proceso.

¿Cuáles son tus expectativas con este cargo?

Son altas las expectativas. A mí me gusta mucho ganar, y eso quiero. Al menos en las series más grandes de cada rama, es lo que me gustaría transmitir. También sé que en la vida se gana y se pierde, y hay que estar preparado para eso. Por eso, parte del sello que queremos transmitir es harto trabajo, transparencia, la forma de hacer las cosas, la planificación y hacer un cambio en el deporte macro para ir a la vanguardia.

En ese contexto. ¿Cuál es el tinte que le darás a esta vicepresidencia?

Hay muchas cosas que le podemos dar a esta vicepresidencia, pero en general, son varios tips, porque finalmente esto va a funcionar con los profesores, los jugadores y los socios que son los que hacen el trabajo fin de semana tras fin de semana. Lo que tiene que ver con nosotros es la administración. Administrar bien los tiempos, los dineros que tenemos asignados para las ramas, intentar conseguir más recursos. Una de ellos es el dinero que podamos invertir gracias al pago de cuotas de socios y socias. Otra forma es postular en concursos públicos y finalmente tener auspiciadores que nos permitan potenciar aún más el trabajo deportivo. Por eso, invitamos a quienes quieran aportar pueden hacerlo y comunicarse con nosotros.

Ustedes asumen el Directorio Nacional y rápidamente Colo-Colo en el básquetbol clasifica a la final de la Copa de Oro en la Liga Sporting Royal. Lamentablemente la perdimos, pero te vimos abrazando a los jugadores junta al presidente del Club, Edmundo Valladares. ¿Por qué era necesario estar ahí?

Principalmente, debemos estar ahí porque pese al resultado, los chicos crecieron un montón en un año. Ese era el cierre del 2018 y venía con muchas cosas. Los chicos no se conocían al principio y terminaron jugando una final con un equipo muy superior. Había que felicitarlos por su crecimiento individual y colectivo.

En la semana se dio a conocer el funcionamiento y administración de una nueva rama deportiva, el Futsal Colo-Colo. ¿Cómo tomas este nuevo desafío deportivo?

Lo más importante de esta rama es que nos volveremos a posicionar en la ANFP como Club. Y eso conlleva muchas cosas, por lo mismo es muy importante para nosotros en todos los aspectos. Será un lindo desafío y como colocolinos lo vamos a sacar adelante.

Algún mensaje a los socios, socias e hinchas del Club.

Que nos acompañen con las ramas, que sus hijos hagan deporte en Colo-Colo. Tenemos las puertas abiertas para los socios y socias porque entre todos juntos vamos a hacer que nuestro Club siga siendo el más grande del país. 

CSD CC