Colo-Colo Vóleibol se mantiene entrenando con una agenda llena de desafíos y proyectos por cumplir

Esta rama del Club se caracteriza por entregar un espacio deportivo a mujeres, niñas y jóvenes que conforman los equipos de todas sus categorías.


A pesar de que aún no se define la fecha de vuelta a las competencias, Colo-Colo Vóleibol comenzó este 2021 con una agenda llena de desafíos y proyectos por cumplir.

Lo que en algún momento fue solo un sueño de distintas socias del Club Social y Deportivo Colo-Colo, cuando en 2016 un puñado de colocolinas y la dirigencia de la época se encargaron de realizar las gestiones correspondientes para estar en las competencias federadas, hace algunas semanas se presentó a Álvaro del Campo como el nuevo director técnico del equipo buscando conformar una estructura y plantel que mire a futuro hacia la lucha por el título nacional.

Una de las fundadoras de la rama y actual integrante del equipo Master, Paulina Castro, afirmó que el vóleibol “en Colo-Colo tiene su origen mucho antes que nosotras. En los 70’ y 80’ ya existía una rama de vóley. Nosotras jugábamos en la USACH y éramos todas colocolinas. Decíamos que hiciéramos la rama y en 2016, el directorio de ese minuto tomó la idea”.

“El vóley es un espacio de las mujeres en el club. Porque más allá de que existe el fútbol femenino, este es un deporte que es súper transversal, que generó una expectativa buena. En ese tiempo, hicimos una prueba masiva y pensamos que no iba a llegar nadie, y llegaron como 300 personas”, agregó.

Con el pasar de las temporadas, el equipo logró ascender desde la Liga A3 hasta la A1, obteniendo más experiencia y profesionalismo dentro del plantel. Josefina García, una de las jugadoras más recientes del club, aseveró que “uno lo que busca es competir y llevar al equipo lo más alto que se pueda dentro de un plazo no tan largo. Para ser parte de eso, la idea es tener compromiso, ser responsable y esforzarse”.

Nathalie González, quien forma parte de la rama desde 2019, comentó que “a nosotras se nos da ese respaldo y esa seguridad de que, si nos vamos a torcer un brazo o un pie, vamos a tener al kinesiólogo. Tenemos también al preparador físico, entonces es mucho más especializado y mucho más profesional el aporte”, agregó.

“El proyecto es tremendamente bueno. Tú haces la comparación con otros equipos y no tienen ese desplante que tiene Colo-Colo. El estar en un Club Social sin fines de lucro te permite poder participar, estar activa y estar con tu familia”, agregó su hermana, Macarena, quien también forma parte del club.

En la actualidad, se decidió desde la institución sumar una nueva categoría dentro de las series menores de Colo-Colo Vóleibol. En ese sentido, una de sus nuevas jugadoras e hija del entrenador, Amalia del Campo (12), aseguró que se siente con una motivación extra al “ser parte de Colo-Colo”, mientras que su hermana, Agustina (14), afirmó que, para ella, ”ha sido una buena experiencia. No había entrenado hace harto, entonces entré muy bien al equipo”.

“Lo que tiene Colo-Colo no lo tiene ningún otro equipo, que es la capacidad de convocar. El deporte tiene que ser una herramienta de construcción social, y cuando tienes una marca como Colo-Colo, se te permite crear una buena área formativa, porque tienes mucha gente que quiere venir a jugar por el club”, finalizó Paula Castro, jugadora y fundadora de la rama.

 

CSD CC